Quiénes somos

Nosotros

ORN fue fundada en 2019 por Mariana Rosas con el objetivo de promover un estilo de vida saludable y fortalecer la salud mental.

Nuestra marca se enorgullece de ser completamente mexicana y de tener un proceso de producción en Mérida realizado con amor y dedicación.

Somos una marca comprometida con la responsabilidad social, destinando el 5% de nuestras utilidades a apoyar a deportistas con discapacidad física, así como a asociaciones que brindan educación y apoyo a niños y jóvenes con necesidades especiales en zonas marginadas de la Riviera Yucateca.

En ORN, nos preocupamos por tener un enfoque en la producción controlada, asegurando un stock limitado de cada modelo y evitando cualquier tipo de desperdicio.

Estamos orgullosos de haber sido patrocinadores de la Ola Paralímpica en Tokyo 2020, apoyando y celebrando el espíritu de los atletas paralímpicos.

El nombre de nuestra marca, ORN, significa "águila" en honor al padre de nuestra fundadora, quien admiraba a este majestuoso animal por su tenacidad, fuerza y enfoque.

Las águilas son nuestra inspiración y representación. Nos motivamos por su poder, enfoque y resiliencia, que nos impulsa a alcanzar nuestros objetivos.

Y a ti, ¿qué animal te inspira?

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ORN, está arraigada en la leyenda y el poderoso simbolismo del águila. Queremos invitarte a descubrir la esencia de nuestra marca y unirte a nosotros para volar más alto que nunca. ¡Sigue leyendo para revelar el verdadero significado de ORN! 

LA LEYENDA que nos inspiró.

El espíritu del águila: Fuimos creados para volar 
Desde tiempos remotos, el águila ha sido una figura legendaria, símbolo de fuerza, gracia y visión. En ORN, hemos adoptado este símbolo ancestral en nuestro nombre y lo hemos convertido en el núcleo de nuestra marca. ORN  significa "águila". Refleja nuestro deseo de volar con la misma intensidad y determinación que estos majestuosos seres.

El vuelo de renovación del águila es una metáfora que se utiliza para describir el proceso de transformación y renovación personal. Esta metáfora se basa en el comportamiento real del águila en la naturaleza.

Se dice que, después de vivir aproximadamente cuarenta años, el águila comienza un proceso de renovación. Durante este tiempo, sus alas se vuelven pesadas y su cuerpo envejece, lo que dificulta su capacidad para volar y cazar con eficacia. Sin embargo, el águila no se rinde ni se resigna a una vida limitada. En cambio, se embarca en un proceso de renovación.

El águila se retira a un lugar apartado, generalmente en lo alto de una montaña o una roca elevada. Allí, comienza a golpear su pico contra la roca hasta lograr desprenderlo. Luego, debe esperar pacientemente a que un nuevo pico crezca en su lugar.

Una vez que el nuevo pico ha crecido, el águila utiliza este nuevo instrumento para arrancar sus viejas garras. Con sus nuevas garras, arranca sus plumas envejecidas y deterioradas. Este proceso es doloroso y requiere coraje, pero el águila está decidida a liberarse de lo viejo y prepararse para una nueva etapa.

Después de arrancar todas sus plumas viejas, el águila debe esperar a que las nuevas plumas crezcan en su lugar. Estas plumas frescas y fuertes le darán al águila una renovada capacidad para volar y cazar con éxito.

Una vez completado el proceso de renovación, el águila está lista para volver a volar con renovada energía y vitalidad. Vuela más alto que nunca, desplegando sus alas fuertes y majestuosas, y aprovechando al máximo su potencial.

La metáfora del vuelo de renovación del águila se utiliza para transmitir la idea de que, al igual que el águila, podemos pasar por un proceso de renovación y transformación en nuestra vida. Podemos dejar atrás las limitaciones, las creencias obsoletas y las actitudes negativas, y buscar un nuevo comienzo. A través de la autoreflexión, la autotransformación y la valentía para soltar lo viejo, podemos alcanzar nuevas alturas y vivir una vida plena y significativa.